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25/04/2024


Ejercicio Físico: “Fiel Compañero de Vida”

Mario Ganuza Aranaz | Técnico en ciencias de la Actividad Física del Deporte

El ejercicio físico  es un estilo de vida que a muchas personas nos acompaña día tras día.  Se trata de un hábito que nos hace superarnos a diario, luchar con nuestro perezoso cerebro para buscar nuestra mejor versión, mejorar nuestra autoestima, superarnos, sentirnos mejor, en definitiva, mejorar nuestra calidad de vida  y ser “más felices”.

El ejercicio nos ayuda con nuestra salud física y mental

Como ya sabéis, tiene numerosos  beneficios. En cuanto a nivel físico: aumento de masa muscular y densidad ósea, aumento de la capacidad respiratoria, el sistema inmunológico se ve fortalecido y disminuye el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la hipertensión y problemas cardiovasculares. A nivel psicológico: ayuda a reducir el nivel de estrés, mejora la autoestima y reduce los síntomas de depresión e insomnio.

Además de ayudarnos a mantener un cuerpo sano, el ejercicio nos aporta bienestar emocional. Esto se debe a las hormonas que produce nuestro cuerpo al realizar ejercicio físico, efectos que perduran tiempo después de haber finalizado la actividad.

Como graduado en Ciencias de la Actividad física y el Deporte, es un verdadero lujo y una satisfacción enorme  el poder dedicar parte de mi jornada a este ámbito. Desde San Jerónimo me han dado la libertad necesaria para poder realizar diferentes programas con las personas que viven y acuden a la fundación e incluso poder ofertar entrenamientos de fuerza, actividades deportivas y retos saludables a las personas trabajadoras.

Trabajar la fuerza es muy beneficioso para la población en general y verdaderamente positivo en las personas mayores

Pero en esta ocasión me quiero a centrar en las personas  que viven y acuden a San jerónimo. Porque nunca es tarde para aprovecharse de todos estos beneficios que nos proporciona el ejercicio y porque sin ser conscientes ni quererlo, estas personas han supuesto y suponen una gran motivación para mí en mi día a día en cuanto a tener una elevada cantidad de energía y positivismo para afrontar mis responsabilidades, en definitiva, proyectar una imagen activa y enérgica hacia el mundo que me rodea. Y esto lo consiguen gracias a las ganas y el entusiasmo que muestran al enfrentarse a todos los retos que les propongo, centrándose y apoyándose en sus fortalezas y no en sus debilidades o discapacidades.

En la actualidad estamos llevando a cabo un programa de fuerza. Trabajar la fuerza es muy beneficioso para la población en general y verdaderamente positivo en las personas mayores, ya que reduce la frecuencia cardíaca basal y la tensión arterial. Contribuye al descenso en los indicadores de glucosa y colesterol. Mejora el equilibrio, la coordinación y la movilidad, lo cual minimiza el riesgo de caídas. Y, ayuda a mantener la independencia para realizar las actividades de la vida diaria.

Estamos trabajando diferentes ejercicios como sentadillas, curl de bíceps, isométricos… La adherencia al programa ha sido sorprendentemente positiva. He tenido que lidiar con enfados de diferentes personas participantes, cuando por circunstancias de mi organización laboral (reuniones, formaciones…) he tenido que posponer los entrenamientos.

Me pareció interesante acompañar estos entrenamientos de fuerza con una serie de preguntas de una escala de ansiedad y depresión y volver a pasar esta escala los días que no realizan los entrenamientos. Aún no ha pasado el tiempo necesario para poder tener unas conclusiones fiables y científicas, pero por norma general, los resultados, sobre todo a nivel de ansiedad, son más positivos los días que si realizamos el entrenamiento de fuerza.

Para terminar, me gustaría recoger alguno de los testimonios de las personas que participan en los programas de ejercicio físico San Jerónimo sobre lo que supone el deporte para ellas.

Para R.S. (71 años): Nunca había hecho deporte hasta entrar en la Residencia. En la actualidad realiza ejercicio todos los días, forma parte del programa de fuerza y refiere que se encuentra mucho mejor y que no hay que dejar de hacer ejercicio, aunque seas mayor. “El deporte me ayuda a darme ese impulso de felicidad extra diaria”.
Para F.G. (86 años): Empezó a hacer ejercicio después de casarse. Hacía gimnasia de mantenimiento con un programa del ayuntamiento. En la actualidad forma parte del programa de fuerza y realiza ejercicio por su cuenta todos los días. Refiere que dispone de mucho tiempo y que le gusta dedicar parte de él al ejercicio ya que le ayuda a sentirse mejor. “No hago ejercicio por adelgazar como la juventud, si no por estar más activa y sentirme mejor”
Para E. L. (72 años): Para él, el deporte significa “vida”, salud y estar bien. Ha hecho toda su vida deporte, salía a andar en bici mañana y tarde. Ahora no puede y lo hecha mucho de menos. En la actualidad hace ejercicio todos los días incluso el domingo. Ahora tiene más dificultades, pero refiere que el deporte refuerza su voluntad. “El sufrimiento me hace tener más fuerza de voluntad para enfrentarme a las adversidades de la vida”

Me gustaría acabar este artículo lanzando un mensaje de ánimo y de motivación a la población para que se animen y se suban a nuestro barco, que miren el ejemplo de todas estas personas mayores que nos acompañan en el día a día y que no entienden de pereza ni de limitaciones y que “hoy es un buen día para que sea el primer día de tu nueva vida”.